El home office llegó para quedarse, y con él, la necesidad de tener una notebook que se banque el ritmo diario sin dramas. Pero entre tantas opciones, ¿cómo elegir la correcta sin gastar de más ni quedarte corto?
¿Qué tareas vas a hacer (y con qué intensidad)?
Antes de pensar en marcas o modelos, pensá en vos. ¿Sos de los que trabajan con muchas pestañas abiertas, mails, planillas y videollamadas? ¿O usás programas de diseño o edición más pesados? Definir esto es clave para saber qué características priorizar.
Un perfil administrativo va a necesitar cosas diferentes a alguien que edita videos o desarrolla software. No hay una compu ideal para todos: hay una compu ideal para tu uso.
RAM, procesador y almacenamiento: el trío fundamental
- RAM: Mínimo 8GB. Ideal 16GB si vas a tener muchas apps abiertas o usás herramientas exigentes.
- Procesador: Intel i5 o AMD Ryzen 5 como base. Si el presupuesto alcanza, mejor aún un i7 o Ryzen 7.
- Almacenamiento: Disco SSD (olvidate del disco rígido tradicional). Con 256GB vas bien, pero si trabajás con muchos archivos pesados, 512GB o más.
Estos tres componentes definen si vas a tener una experiencia fluida o vas a querer tirar la notebook por la ventana en cada reunión de Zoom.
Pantalla, teclado y webcam: detalles que importan más de lo que creés
- Pantalla: Si vas a pasar 8 horas frente a ella, que sea cómoda. Full HD mínimo. Las de 15.6” ofrecen mejor visibilidad, pero si preferís portabilidad, 14” es un buen punto medio.
- Teclado: Fijate que sea cómodo, preferentemente con distribución en español y, si podés, retroiluminado.
- Webcam: Fundamental para reuniones. Si la integrada es mala, sumá una externa.
No subestimes estos aspectos: hacen a la experiencia de trabajo diario y pueden marcar la diferencia entre el disfrute y la frustración.
Conectividad y puertos: que no falte lo esencial
- Wi-Fi estable: Prioritariamente Wi-Fi 5 o 6. Nada peor que una reunión que se corta.
- Bluetooth: Para usar auriculares o mouse sin cables.
- Puertos: USB tipo A y C, HDMI (por si conectás a un monitor externo), y lector de tarjetas si trabajás con fotos o videos.
Verificá que tu notebook tenga los puertos que realmente vas a usar. Adaptadores son una solución, pero no siempre la más práctica.
¿Vale la pena una notebook 2 en 1 o ultraliviana?
Si necesitás moverte seguido con la compu o trabajar desde distintos lugares (coworkings, cafés, viajes), un modelo liviano o tipo 2 en 1 (pantalla táctil que se gira) puede ser una gran opción.
Eso sí: suelen ser más caras y no siempre tienen tanta potencia como un modelo tradicional. Evalualo según tu ritmo y prioridades.
Ergonomía y extras que suman
- Base o soporte para elevar la notebook: mejora la postura.
- Mouse externo: el touchpad no es lo más cómodo para trabajar mucho tiempo.
- Auriculares con micrófono: esenciales para llamadas sin ruido.
Pensá en el ecosistema completo, no solo en la notebook. A veces, un accesorio mejora más tu experiencia que un cambio de procesador.
Conclusión
Elegir la notebook ideal para home office no es cuestión de suerte: es cuestión de conocerte y saber qué necesitás realmente. No hace falta que sea la más cara ni la más llamativa, sino la que te acompañe de verdad en tu día a día. Porque trabajar desde casa puede ser cómodo, eficiente… y sí, también placentero, si tenés el equipo adecuado.
