Cómo aumentar los FPS al jugar con tu notebook usando Lossless Scaling

Jugar en una notebook puede ser un desafío si no tenés una GPU dedicada o si tu equipo no es de los más nuevos. Sin embargo, existen herramientas que pueden ayudarte a mejorar el rendimiento gráfico sin necesidad de hacer overclocking o cambiar el hardware. Una de ellas es Lossless Scaling, un programa liviano y eficaz que puede marcar la diferencia en tus sesiones de juego.

Este software se volvió popular por permitir escalar la imagen de los juegos de manera más eficiente, mejorando la fluidez y reduciendo el input lag sin comprometer la calidad visual. En este artículo te explico qué es, cómo se usa y por qué puede ayudarte a ganar esos valiosos FPS extra cuando jugás en una notebook con recursos limitados.


¿Qué es Lossless Scaling y cómo funciona?

Lossless Scaling es una aplicación diseñada para realizar escalado de imagen en tiempo real usando algoritmos inteligentes como Integer Scaling o AMD FSR (FidelityFX Super Resolution). Lo que hace es ejecutar un juego a una resolución más baja (por ejemplo, 720p en lugar de 1080p) y luego escalarlo a pantalla completa sin que se vea borroso. Esto permite que la GPU trabaje con menos carga, lo que se traduce en más FPS y menos calor.

A diferencia del escalado tradicional que puede hacer Windows o algunos juegos desde sus propios menús, Lossless Scaling lo hace de forma externa, lo que significa que podés usarlo incluso en juegos que no tienen soporte nativo para reescalar resolución. Además, funciona con prácticamente cualquier juego que se ejecute en modo ventana sin bordes (borderless window), lo cual lo hace muy versátil.


Ventajas de usar Lossless Scaling para jugar en notebooks

La mayor ventaja es que no necesitás una placa de video de última generación. Muchos usuarios de notebooks con gráficas integradas (como Intel Iris Xe o AMD Vega) han visto mejoras significativas al usar Lossless Scaling: desde 10 hasta 30 FPS extra dependiendo del juego y la configuración.

Además, al reducir la carga gráfica, la notebook genera menos calor, el ventilador trabaja menos y se evita el thermal throttling. Esto puede ayudar a mantener un rendimiento estable durante sesiones largas de juego, algo especialmente útil si usás una notebook delgada o sin buena ventilación.

Otra ventaja es que podés usar técnicas de escalado como FSR, incluso si tu GPU no es de AMD o si el juego no tiene esa opción activada. Esto abre un abanico de posibilidades para mejorar la experiencia visual sin resignar fluidez.


Cómo configurar Lossless Scaling paso a paso

  1. Descargá el programa desde Steam o su sitio oficial (tiene una versión de pago en Steam, pero muy accesible).

  2. Ejecutá el juego en modo “ventana sin bordes” (borderless window), ya que el software no funciona en modo pantalla completa tradicional.

  3. Abrí Lossless Scaling y seleccioná el método de escalado que querés usar (por ejemplo, FSR o Integer Scaling).

  4. Hacé clic en el botón de “Start Scaling” y el programa tomará el control del reescalado.

  5. ¡Listo! Vas a notar una mejora en los FPS y, en muchos casos, una sensación más fluida al mover la cámara o al interactuar.

Recordá que para ver los FPS reales podés usar herramientas como MSI Afterburner, RivaTuner o el overlay de Steam.


Conclusión

Si jugás en una notebook y querés ganar rendimiento sin gastar en hardware nuevo, Lossless Scaling es una herramienta imprescindible. Te permite disfrutar tus juegos con más fluidez, menor temperatura y mejor estabilidad, incluso si tu equipo no fue pensado originalmente para gaming. Y lo mejor: es fácil de usar, liviano y compatible con la mayoría de los títulos actuales.

No subestimes el impacto de este tipo de herramientas cuando se trata de mejorar la experiencia gamer en equipos modestos. Probalo y contame qué resultado te dio.

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