Todos queremos una notebook que funcione bien y dure. Pero en el apuro por comprar o en la falta de información, es común cometer errores que después se pagan caro. Acá te contamos cuáles son los más frecuentes y cómo esquivarlos con info simple y útil.
1. Comprar solo por el precio o por una marca conocida
Muchas veces el precio bajo o una marca popular nos seduce, pero eso no siempre significa que el equipo sea adecuado para lo que necesitás.
Una notebook barata puede salir cara si no cumple con lo básico. Y una marca conocida puede tener modelos buenos y malos.
Lo mejor es mirar las especificaciones concretas (procesador, RAM, tipo de almacenamiento, pantalla) y comparar. Para ayudarte en nuestro sitio web están identificadas en distintas categorías según sus componentes.
2. No prestar atención al procesador
“Tiene un Intel, debe estar bien”. Error. No todos los procesadores son iguales, ni siquiera dentro de una misma marca. Un Intel i3 no rinde igual que un i5 o un i7, y lo mismo con AMD Ryzen.
El procesador es el “cerebro” de tu notebook. Si es muy básico, puede volverse lento incluso con tareas simples. Buscá uno que esté a la altura de lo que hacés a diario.
3. No pensar en el uso real que le vas a dar
Comprar una notebook sin tener claro para qué la vas a usar es como elegir un auto sin saber si vas a andar por la ciudad o por el campo. No es lo mismo estudiar, trabajar con Excel, diseñar, editar video o jugar.
Definí tu perfil de usuario y, en base a eso, armá tus prioridades. ¿Necesitás buena batería? ¿Potencia gráfica? ¿Ligereza? ¿Muchas conexiones? Cada perfil tiene necesidades distintas.
4. Ignorar conectividad y puertos
Hoy en día, muchas notebooks delgadas sacrifican puertos para ser más livianas. Y después aparecen los problemas: no podés enchufar el HDMI, no tenés entrada para pendrive o necesitás adaptadores para todo.
Revisá cuántos puertos USB trae (y de qué tipo), si tiene lector de tarjetas, salida HDMI, entrada para auriculares, etc. Más vale que sobre y no que falte.
5.No contemplar el tamaño del equipo
Aunque parezca raro, la frecuencia con la que transportes tu notebook, su tamaño y peso también influyen en la experiencia de uso. Si vas a usar un equipo poderoso como workstation portátil, o directamente como reemplazo de un equipo de sobremesa, ten en cuenta que pueden llegar a pesar y medir más que un equipo normal.
Si eres un trabajador remoto, puede que quieras sacrificar algo de tamaño y peso a cambio de autonomía y una potencia más equilibrada. O incluso que priorices la portabilidad sobre todo. Podés pedirnos asesoramiento y te recomendaremos el equipo que más se ajuste a tus necesidades reales.